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Algunos de los mayores desafíos emocionales para expatriados y cómo lidiar con ellos

Actualizado: 24 oct 2023

Desde que terminé la universidad, he trabajado y vivido en más de 20 países diferentes. Esto a menudo ha sido por elección, pero a veces ha sido parte integral del trabajo que estaba haciendo, por lo que no era como si pudiera elegir quedarme. Bueno, técnicamente podría haberlo hecho, pero eso me hubiera dejado en la fila del paro. Créeme, me encantaba viajar, conocer nuevos lugares, nuevas personas… y no lo cambiaría por nada del mundo. Sin embargo, seamos honestos, ser nómada nos pasa factura.


Habiendo sido migrante durante muchos años, durante los cuales también trabajé con inmigrantes y, a menudo, viví con expatriados, he recopilado una serie de experiencias no tan agradables que nosotr@s, los expatriad@s, a menudo enfrentamos, y también varios consejos sobre cómo superarlos. Aquí te comparto algunos...


  • COMENTARIO Nº 1: “¡Dios mío, tienes tanta suerte de viajar a todos esos países!”

  • COMENTARIO N° 2: “Bueno, si no encuentras trabajo aquí puedes irte a otro lado, ¿no? ¡Ya has viajado mucho!”

  • COMENTARIO Nº 3: “¿Cuándo vienes a casa a visitarnos?”

Si has vivido en el extranjero el tiempo suficiente, es posible que estés familiarizad@ con algunos de (o todos) estos comentarios provenientes de amigos o familiares. Y, confiesa, ¿no tienes ganas de gritarles? Me pregunto si continuarían haciendo estos comentarios si supieran el lado oscuro de mudarse al extranjero… De hecho, mudarse a otro país conlleva una serie de desafíos y pérdidas que es importante reconocer y estar preparad@ para enfrentar.


1. Sentirse abrumad@

Cuando aterrizas en un nuevo país, hay un sinfín de tareas prácticas que debes resolver: pasar del Airbnb (por el que estás pagando un ojo de la cara) a un apartamento de alquiler regular, encontrar un proveedor de Internet o registrarte en el ayuntamiento para poder abrir una cuenta bancaria y suscribirte a las ofertas locales. Además de esto, tal vez debería agregar la barrera del idioma, y ahí lo tienes, mezcla todos estos ingredientes y podrías terminar experimentando la llamada fatiga de expatriados, lo que podría provocar agotamiento y una sensación de aversión hacia el nuevo lugar.


¿Qué hacer? Acepta todas las cosas se avecinan y que no podrás abordar al mismo tiempo. Reconoce el esfuerzo y el estrés emocional que implican estas cosas y date crédito por ello. Entiende y convéncete de que las cosas se arreglarán tarde o temprano.


2. Reconoce que tu red de apoyo en casa está justo ahí: ¡en casa!

Este es probablemente uno de los temas más difíciles y también uno de los que a menudo nos negamos a dejar ir. Aunque suene duro, mudarse a menudo implica perder la red de amigos y familiares que solían brindarnos apoyo en tiempos difíciles. Aunque sabemos a ciencia cierta que todavía están allí y probablemente nos esforzamos mucho en mantener vivos los lazos, la verdad es que el tiempo y la distancia hacen que las personas se separen de alguna forma. Es posible que pronto te des cuenta de que tu mejor amigo no te invitó a su fiesta de cumpleaños, aunque quizás te digas: "¿por qué debería hacerlo si vive a 10 000 km de distancia?". Aún así, todavía dolerá. O tal vez es el 70 cumpleaños de tu padre y no estás allí, pero toda la familia aún se reúne para celebrarlo.


¿Qué hacer? Si bien es posible que aún participes en eventos familiares (aunque sea a través de una pantalla) y que tu mejor amiga aún te llame para contarte su última decepción romántica, la verdad es que no estás allí y todos tenemos que seguir adelante con nuestras vidas y las personas que tenemos en ellas. Entonces, hay tres cosas que puedes hacer aquí. Primero, programar llamadas semanales o mensuales con familiares y amigos cercanos. No tiene que ser una conversación de 2 horas, sino algo para ponerse al día y decir; "Oye, me preocupo por ti y estoy pensando en ti". En segundo lugar, no te lo tomes como algo personal, que las personas no tengan tiempo para charlar. Todos tenemos vidas ocupadas y, a veces, es difícil, especialmente si vives en diferentes zonas horarias. Solo trata de ser lo suficientemente flexible para mantener viva la relación. Tercero, pasa al siguiente punto.


3. Construyendo una nueva red social

Si bien es importante mantener las relaciones “en casa” para tu bienestar mental y emocional, también es importante que comprendas que ahora DEBES crear una nueva red de apoyo social. ¿Por qué? Bueno, para empezar, necesitas personas que estén en una situación similar y te entiendan. ¿Alguna vez has tratado de explicarle a tu madre lo molest@ que estabas con el tipo de la oficina de hacienda que se negó a ayudarte por cualquier razón tonta y tu madre dice: "Ay cariño, pero qué mal, lo siento mucho... bueno, ¿te dije con quién me encontré ayer?" Cuando esto sucede, es normal sentirse frustrado, pero en lugar de desquitarse con nuestra pobre madre, es mucho mejor idea buscar un@ amig@ expatriad@ para desahogarse con estas cosas. Tener amig@s expatriado@ no solo es bueno para tu salud emocional y mental, sino también para otros aspectos prácticos, como: dónde encontrar el mejor pan alemán de la ciudad o la única paella española. Créeme, a menudo saben...


¿Qué hacer? Con tantas tecnologías en línea, puedes encontrar muchos grupos de expatriados en Facebook. Algunos de estos grupos son específicos para mujeres o para hacer ciertas cosas, como vender/comprar cosas o salir de bares, si eso es lo tuyo. Hay muchas otras plataformas disponibles para conocer gente nueva. Si quieres obtener más información al respecto y los últimos desarrollos, regístrate en mi boletín mensual para obtener nuevas actualizaciones.


Si algunas (o todas) de estas situaciones resuenan contigo, suscríbete a mi boletín para recibir una guía completa de los dilemas de los expatriados y cómo superarlos. Si necesitas algún consejo personal, no dudes en enviarme una nota con tu situación y podemos hablar :-)

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